Si tu hijo se chupa el dedo no tienes por qué alarmarte, lo hacen desde bebés, e incluso se ha comprobado que antes de nacer ya chupan sus deditos; introducen un dedito en su boca y succionan, en ocasiones con fruición, o introduciéndose hasta dos dedos y parte del puño.
Cuando un niño se chupa el dedo tiene una función nutritiva, pero además le proporciona seguridad, tranquilidad, sosiego y placer (succión no nutritiva).
Chuparse el dedo es una conducta fisiológica y habitual en bebés y niños de hasta dos años; cuando este hábito se prolonga por más tiempo puede originar complicaciones, por lo que es necesario corregirlo a tiempo.
Las principales consecuencias si se chupa el dedo son:
- Desorientación del grupo de dientes que forman la mandíbula:
- Defecto en la posición de uno o más dientes en la arcada a la que pertenecen o de la manera de contactar los dientes de la otra arcada
- Deformación del paladar por el empuje en dirección ascendente cuando se chupa el dedo
- Cuando se chupa el dedo hace que el maxilar superior no se desarrolle al mismo ritmo que el resto de macizo facial
- Problemas de lenguaje
Cuando tu hijo se chupa el dedo después de los dos años de edad se debe observar en qué momentos del día tiene más tendencia a hacerlo, para lograr identificar las causas que lo originan (si está aburrido, tiene hambre o sueño, tiene miedo) y saber que recursos emplear para calmar sus necesidades.
La succión no nutritiva puede controlarse utilizando un chupete, el cual cumplirá las mismas funciones, sin embargo algunos niños prefieren seguir chupando el dedo a usar el chupete.
Consejos para ayudar a tu hijo si se chupa el dedo:
- Explícale las consecuencias que podría tener si continua chupándose el dedo por un tiempo prolongado.
- Fija metas y proponle no chuparse el dedo por una hora, luego todo un día, una semana y recompénsalo, así podrás modificar la conducta y mejorar la autoestima.
- Usa la distracción, para que olvide por unos minutos su hábito, y poco a poco desaparezca.
- Si se chupa el dedo porque tiene sueño y no logra conciliarlo, intenta darle un muñeco o peluche para que le acompañe y evite chuparse el dedo.
- Consulta a tu pediatra o psicólogo infantil, que considerarán derivarlo al logopeda y al odontopediatra si la situación lo requiere.