Según la Real Academia Española las cosquillas son una sensación desagradable que experimentamos cuando nos tocan ciertas partes del cuerpo y que suele provocar la risa involuntaria.
Ante esta descripción un tanto negativa, podríamos pensar que las cosquillas provocan efectos negativos en nuestro organismo y aún más en la de tu bebé; sin embargo, médicos especialistas las recomiendan como una terapia anti-estrés.
Las cosquillas además de ser un excelente medio de conexión entre padres e hijos suelen ser una de las formas preferidas para jugar con su hijo.
Está científicamente comprobado que las cosquillas ayudan a ejercitar los músculos, mejoran el sistema inmunológico y fortalecen el corazón de tu bebé; además de estimular sus sentidos, sociabilidad y capacidad de expresión, generar confianza, bienestar y el desarrollo emocional del pequeño.
Médicos neurólogos señalan que desde que nace el bebé, su cerebro está preparado para detectar las cosquillas ya que se originan por un estímulo táctil.
En los primeros años de vida, las partes sensibles del cuerpo son las mejillas, el mentón, la región plantar y alrededor de la boca, a partir de los 2 años los pies, la espalda, el estómago y las axilas se convierten en áreas estratégicas para sentir el estímulo.
Al hacerle cosquillas a un niño lo importante no es la forma del acto (ya sean cosquillas, pellizcos, caricias o cualquier contacto), sino la intención, ese contenido emocional específico que se le transmite tales como alegría o tristeza.
La mayoría de las mamis hacen cosquillas en los labios del bebé para que les succione el pezón, otras se las hacen en los pies para que no se duerman mientras comen, algunas despiertan con ellas a sus hijos para que no lleguen tarde a la escuela.
Es importante detectar cuando las risas son forzadas, es decir, cuando el pequeño muestra cualquier desagrado, en ese caso hay que dejar de hacerlas.
En resumen podríamos decir que los principales beneficios de las cosquillas son:
- Estimula los sentidos del niño
- Colabora en su desarrollo cognitivo
- Mejora la capacidad de socialización de los pequeños
- Refuerza el vínculo familiar
- Muestra nuevas formas de expresión
- Estimula las terminaciones nerviosas
- Transmiten alegría
- Tonifica los músculos
- Fortalece el sistema inmune
- Genera confianza y bienestar
- Son un antídoto contra el mal genio, la terquedad, la tristeza y el estrés,
- De los 0 a los 3 años, favorecen la maduración de las vías nerviosas sensitivas.
- Permiten el desarrollo de las vías motoras
- Genera una sensación de risa al bebé, especialmente si se realizan en áreas sensibles como las mejillas, el mentón, la región plantar y alrededor de la boca.
- el cerebro libera endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad, sustancias que ayudan a sentirse mejor.
- Permite a los niños ganar conciencia y respeto por su cuerpo, por eso resulta atractivo hacerlas de manera didáctica.
- Y, según la edad de los niños, tienen múltiples beneficios en el organismo.
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