Para muchas personas, estos queridos compañeros de cuatro patas no son solo animales domésticos; son amigos incondicionales, confidentes y, en muchos casos, una especie de sustituto de los hijos. Esto es especialmente cierto para parejas o individuos que deciden no tener hijos por diversas razones. En lugar de un hogar lleno de risas infantiles, tienen un hogar lleno de ladridos juguetones o maullidos curiosos.